El otro día encontré una camiseta con esta frase «Soy profesor porque superhéroe no es una profesión». Además justo acababa de leer el artículo Un profesor lo tiene claro: si no te diviertes de enseñando dedícate a otra cosa y, claro, no me he podido resistir a escribir este post.
Sin duda, si hay una profesión en la que uno tiene que estar super motivado es este. Así que a esa manida pregunta de los profesores ¿somos o nos hacemos? Creo que es indiferente, pero lo que es seguro tiene que ser algo que encienda esa mecha interior que te hace sonreír cada vez que piensas en tu trabajo.
Pues nuestro trabajo no son solo las horas de impartición de las clases sino que es un trabajo 16/7, eso si no sueñas con ello y se convierte en 24/7. Pues están las horas de preparación de materia, evaluaciones, documentación y eso que es «cómo puedo hacer que me entienda mejor». Por eso, creo fundamental que disfrutes con ello porque sino se puede convertir en una pesadilla.
En mi caso, disfruto como un enano, es más puedo pasarme todo el día pensando en dinámicas, juegos, apuntes… y lo que necesito es más tiempo para hacer todo lo que quiero hacer.
Por otra parte, quiero señalar que no estoy al 100% de acuerdo sobre que los profesores seamos superhéroes. En realidad somos los coach, los entrenadores, quienes entrena a esos superhéroes y superheroínas: nuestros estudiantes
Son quienes traen la mochila llena, con su historia, muchas veces de supervivencia. Pero aún con todo, siguen luchando y nos escuchan con esperanza. Pues, como muchas veces les comento la formación es una coraza para luchar en el mercado, que no necesariamente es lo que te va a dar la victoria en la batalla pero sí te va a proteger máa que si vas a pecho descubierto.
Para mí es un privilegio ser profesor, el poder ayudar a mis estudiantes en conseguir sus objetivos, pero sobre todo, por que durante unas horas sé que hacen un kit kat en sus vidas donde se acercan a nosotros para formarse y transformarse.