Cuando te equivocas de arma
La verdad es que estaba viendo esta batalla filológica de términos desde las gradas entre una portavoz y una portavoza , y aquí me encuentro, poniéndome los guantes para esta batalla pugilística, en la que ya te digo que me quedo en medio.
Como muchos sabéis mi formación académica es Filología Clásica e Hispánica, de título porque de facto soy más bien un humanista tecnológico. Os confieso que en este tema me siento como un ancianito de miles de años. Pues, ¡mis ojos han visto caer imperios, incluso el romano!
Pero antes de contaros mi opinión sobre una portavoza , deciros que cada vez que veo a alguien blandiendo la norma del género en español como arma arrojadiza y argumentando además que es lo correcto y lo que se ha usado siempre, me quedo perplejo y decepcionado, por dos motivos:
El primero, que estoy esperando que salte diciendo eso de Romanus sum y continue su discurso en latín, como si estuviera viendo la Vida de Brian de los Monty Python.
El segundo, porque luego me hago ilusiones. Pues me digo a mi mismo, que es una persona defensora de la gramática y sus formas. Es decir, que luchará conmigo en la salvación de la -d final de los imperativos y en contra del avasallamiento del infinitivo en situaciones como: «Mirad Mirar en Google». Pero no, la polémica tiene forma de -a y nadie defiende a los pobres imperativos plurales.
Lo que quiero decir es que no es un enfrentamiento gramatical, es un enfrentamiento sociolingüístico y, como lengua viva que es, el español está en continuo cambio.
¿Google o RAE?
Ahora que sabemos que el debate es sociolingüístico, hay que entender que la RAE es solo un espectador que recogerá el uso final, pues los que decidan serán los hispanohablantes. Eso sí, tiene todo el derecho a patalear.
También quiero señalar otro elemento filológico: es el contexto y el registro de los interlocutores. En este caso «portavoza» sale del ámbito era político, buscando la reivindicar y sacudir al contrario, y lo ha logrado. ¡Todo el mundo habla del tema! Nadie le va a decir a un artista si usa un término y lo retuerce que está equivocado según la RAE, es su papel ser irreverente y ahí lo llamamos arte. Insisto entonces, en todo acto comunicativo hay que tener en cuenta el contexto de dónde sale y a dónde va.
Pues esta contienda lingüística ya no está en la política o en el periodismo, se da en otro lugar: en internet y el árbitro se llama Google, que trabaja con dos criterios la relevancia y la popularidad.
Os quiero presentar los resultados que dan los términos lingüísticos que compiten si leemos el número de entradas en Google que hay para ellos hoy:
Me hubiera gustado saber cuántos resultados saldrían de portavoza antes del escándalo. Y te pongo el masculino por curiosidad:
En el futuro, el SEO será campo de estudio en Filología y, en concreto, de la Sociolingüística.
En conclusión, los resultados están claros, una portavoza ha ganado el asalto; pues en el futuro la gente buscará en Google este término y aparecerá por popularidad, independientemente de que muchos usuarios del término innombrable lo hayan hecho para criticarlo.
Eso sí, ahora habrá que esperar a ver si termina ser relevante y recogido por la RAE. Eso solo el tiempo lo dirá. ¡Los estudiantes de Filología en el futuro se lo van a pasar en grande!
Personalmente ante el tema, seguiré usando una portavoz, pero porque soy un rancio. Eso sí, tengo claro que no me rasgaré las vestiduras si alguien en contextos de militancia usa este término.
Pues la regla que está por encima de la gramática son las finalidades comunicativas y, la verdad, es que tengo otras inquietudes como las faltas de ortografía como síntoma de que cada vez se lee y se escribe de manera más superficial y menos comprensiva, o cómo vamos a sobrellevar las críticas y el acoso, cuando la gente reacciona primero y luego lee después…. ¡Pero eso lo dejo para otras entradas!
Que vivan los rancios razonables capaces de reflexionar y argumentar su posición tan poderosamente!
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Gracias 😀
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Me ha encantado la reflexión y estoy de acuerdo casi que totalmente. La intención del «palabro» quedó clara , o debería haber quedado clara. Era reivindicativa y buscadora de polémica y tuvo el éxito esperado. Personalmente yo no la utilizaría pero habría dicho algo como señoras y señores portavoces. El masculino neutro está ahí , es bien cierto pero se puede y se debe evolucionar la lengua hacia un futuro más igualitario. Eso os lo dejo a los Filólogos. 😊
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